Defienden tasas subsidiadas

El Gobierno de Córdoba y la Asociación de Bancos de la Argentina, que reúne a entidades privadas de capital extranjero, realizaron ayer una jornada de difusión ante empresarios en la que explicaron, y recomendaron, la nueva línea implementada por el Banco Central, al 15 por ciento para la producción.

Claudio Cesario, presidente de ABA, dialogó luego con La Voz del Interior ,sobre este y otros temas que hoy están en el tapete dentro del sistema financiero. Dijo que esta es una muy buena oportunidad para que los empresarios amplíen su capacidad instalada porque se trata de un crédito “muy, muy barato, casi regalado y, en realidad, subsidiado (por los bancos)”.
 Es que las entidades están captando depósitos a 30 días, a un 14 por ciento promedio, y tienen que prestar al 15 por ciento a tres años.

–¿Los bancos van a pérdida con esta línea?
–En realidad, lo que vamos a tener que hacer es optimizar la relación con ese cliente. No sólo el crédito barato, sino también venderle algunos servicios conexos que permitan optimizar la relación. Si Argentina tuviera un ciclo de bonanza en los próximos tres años y el peso se revaluara y la gente no tuviera problema con su moneda nacional, muy probablemente, los bancos podrían pagar el 10 por ciento a los depositantes, en lugar de 14.

–¿Y esto es factible?
–Hoy, lo que se está viendo es que la tasa de captación del dinero debería tender a la suba porque el ahorrista es más renuente a dejar el dinero a plazo. El problema de los bancos es que para dar crédito a tres años, tiene que renovar la confianza con el depositante cada 30 días, cuando en otras épocas había plazos fijo a 90 o 180 días.

–La Presidenta ha “retado” a los bancos porque prestan poco crédito para la producción. ¿Esto es así?
–Nosotros siempre hemos dado crédito para la producción. El problema es el plazo y la tasa. El punto de inflexión es a cuánto un empresario en Argentina va a tomar crédito para ampliar: a tasa cero, el ciento por ciento de las firmas; al 30 por ciento, menos; al 15 por ciento, creo que muchos. Pero esta no es la tasa de mercado, sino que está subsidiada.
–Subsidiada por los bancos.

–Claro. Nosotros, le habíamos sugerido al Banco Central algo similar, en la medida que ellos nos dieran un swap de tasas de interés, es decir que pudiéramos asegurar la tasa, porque nosotros tenemos que renovar los fondos cada 30 días, pero no sabemos en el futuro a qué costo.
–Y no se lo aceptaron…

–No, dejan que nos hagamos cargo nosotros, aunque con una novedad interesante: a diferencia del pasado, no nos dicen que demos crédito a cualquiera, sino que dicen que demos crédito para la producción y que analicemos los proyectos. Eso es algo bueno. Creo que los industriales de las Pyme debieran aprovechar esto para ampliar su capacidad instalada.

–Otra crítica oficial fue que los bancos no hacían publicidad de esta línea, ¿la están difundiendo?
–Es que no es lo mismo vender un producto a individuos, que a una empresa. La relación aquí se hace en el conocimiento y la cercanía. Las Pyme no se van a acercar al banco porque apareció una propaganda. Por eso estamos haciendo este tipo de jornadas, para difundir. Hoy (por ayer), incluso, sugerimos a funcionarios provinciales que se cree un registro de empresas Pyme cordobesas para que los bancos puedan competir por ofrecerles productos.

Cesario remarcó que el crédito al sector privado siguió creciendo: más del 30 por ciento en el último año, aunque el problema son las tasas. “Hoy está en 325 mil millones de pesos, alrededor de la mitad corresponde al crédito comercial (empresas, Pyme y corporativas). Pero la mayoría es de corto plazo, porque el problema de los bancos es la base de depósitos, que está a 30 días”, advirtió.
“Eso va a cambiar en la medida que el depositante haga el plazo fijo a 90 o 180 días, y para eso tenemos que tener confianza”, agregó.

–¿Se encarecieron estas líneas?
–No subieron mucho las tasas en dólares pero sí se restringieron los créditos y se produjo un achicamiento de los plazos. Si no hay dólares, se van a tener que financiar en pesos. Pero a un costo mucho mayor y asumiendo el exportador el riesgo de tipo de cambio. Es un sistema que, me parece, al propio Banco Central no le interesa mantener. Porque, si no se pueden comprar dólares para atesorar, nadie va a poner depósitos en dólares para que podamos financiar a los exportadores. Deben estar pensando en otra solución para este sector.

–¿Cómo es la relación con el Gobierno?
–Nosotros interactuamos con el Banco Central. Defendemos los intereses de nuestros asociados; cuando nos invitan a reuniones participamos. El tema es cómo se alinea lo político con el negocio. Muchas veces presentamos propuestas en conjunto con las otras tres asociaciones de bancos (Abappra, Adeba y ABE). Después, el que decide es el regulador.

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