Tasas de Interes en 2012

Más allá del extraordinario rally ascendente que están recorriendo los bonos de la deuda nacional, continúan mostrando tasa interna de retorno que resultan sustancialmente superiores a las de otros países de la región.

Existe una relación inversa entre sus precios y las tasas que pagan. Es decir, si el precio sube (como ha ocurrido en este último tiempo) es porque bajó la tasa que ofrecen, al ser menor el riesgo asociado a la compra.
Desde principios de año, los bonos cortos denominados en pesos lideran el crecimiento de las cotizaciones, con una ganancia superior al 100%, seguidos por los de largo plazo en moneda extranjera, cuyos precios mejoraron un 92%. Un renglón más abajo se ubican los cortos en dólares (74%) y los largos en pesos, con el 57% de aumento.

Según la última información disponible, títulos de buena liquidez y buenos niveles de negociación muestran rendimientos esperados que superan largamente el 20%, como son los casos de los Boden 2012 y 2015 y los Bonar V y VII, tal como puede apreciarse en el siguiente cuadro:

Entendemos que si bien estas tasas, pueden ser consideradas como “exuberantes”, superan largamente las vigentes para bonos globales de vencimientos cortos de la mayoría de los países de América latina, a excepción de aquellas alternativas que presentan condiciones que, para los inversores, son iguales de riesgosas que las ofrecidas por nuestro país.

Es sumamente  importante mencionar que cuanto más seguro es un territorio, menor es el tipo de interés que ofrece, porque más baja es la probabilidad de incumplimiento.

A efectos comparativos, los bonos globales con mayores tasas de rendimiento son los correspondientes a Ecuador, con vencimiento en 2012, con un nivel del 14%, seguido por los venezolanos, que superan el 12 por ciento.

En otro pelotón que va muy atrás, se ubican los bonos del resto de los países, que tienen tasas de retorno “normales”, y que van del 1,8% en el caso de Chile, al 2,7% para la deuda mexicana.

Veamos las consecuencias que se derivan de esta situación: El nivel de las tasas no es más que el reflejo de la exigencia que tienen los inversores sobre los papeles de un país o corporación, en función de su capacidad de repago y cuestiones que hacen a la seguridad jurídica.

Alejandro Vinitzki analista de Maxinver, consideró que “la percepción de riesgo político-económico de la Argentina es mayor que la de otros países de la región, como por ejemplo Brasil y Chile. Pero también es elevada si se la compara con otros de riesgo similar, como Venezuela, o incluso emergentes de Europa del Este como Ucrania, que se encuentran entre el 11 y 15 por ciento”.

Consultado por este medio, Osvaldo Cado, economista de Prefinex, argumentó que “la amplia brecha que separa la tasa de Argentina de la de otros países de la región es explicada a partir de la percepción de riesgo de los inversores sobre la capacidad de pago del Estado, y no sólo de la voluntad”.

No obstante, para el analista de Maxinver, “la Argentina sigue teniendo un margen superior al que le correspondería según los números que presenta”.

Para Cado, “al contrario de la situación local, Colombia, Perú, Chile ofrecen bajos intereses. Tal vez acá no se ve tanto, pero en el exterior los inversores se guían por los informes y por la previsibilidad sobre las acciones del Gobierno”.

“En este sentido, nos acercamos más a la operatoria de países como Venezuela y Ecuador”, agregó Cado.

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